Somos, en la gran
mayoría de ocasiones, nuestro peor enemigo.
Nos cuesta
valorarnos, querernos, sentir que merecemos lo que tenemos. Nos cuesta
respetarnos. Pero nos cuesta muy
poco criticarnos, juzgar y focalizarnos en nuestros pequeños errores.
La sociedad ayuda a
ello, crea ideales que con gran peligro nos creemos. Ideales de amor, de
amistad, de vida. Que si no tienes pareja tu vida es incompleta y que si no
tienes hijos no te realizas, generalmente como
mujer.
Que si no te
independizas al llegar a cierta edad te miran raro y que si no encuentras el
trabajo de tu vida, que te llena o te completa has fracasado en cierto modo.
Que "qué pena que estés sola siendo tan guapa", cuando quizá y solo quizá esa persona, en plena locura, no
entienda que la felicidad vaya de la mano de tener una pareja. Que solo la
felicidad se consigue con belleza y una talla reducida y que si alguien decide
no estar a nuestro lado será que no somos lo suficientemente buenos.
Que no podemos ser
tan exigentes porque nos acabaremos quedando solos y ya se sabe que eso es lo
peor que nos podría pasar en una sociedad que está dominada por mitos
románticos.
Que si me quisieran de verdad no harían eso o actuarían del modo en que a mi me gustaría. Y que si me controlan y se enfadan es que me quieren mucho, olvidando que no podemos esperar que alguien actúe del modo en que a uno le gustaría y que el control y la posesión nunca van de la mano del amor, de otra cosa si, pero no del amor.
Y lo malo de los ideales es que enjaulan, cuando no estamos hechos para vivir encerrados.
Que verdades dices! Pero de tanto escucharlas y vivirlas día a dia, uno ya no es consciente de la esclavitud a la que nos someten y sin darnos cuenta nos metemos en el mismo engranaje.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigio que si consiguiésemos liberarnos de todos esos mitos seríamos mucho mas felices.