sábado, 17 de octubre de 2015

October.


Reflexiones ..

Insomnio, pensamientos, caos y serenidad, una de cal y otra de arena, dos caras de la misma moneda.

Lo bonito que resulta saber que con el paso del tiempo vamos creando recuerdos, recuerdos que son solo nuestros y nadie nos puede quitar, y lo triste que resulta saber que algunos no volverán. Que hay recuerdos que nos dolerán siempre, que hay canciones que nos seguirán emocionando como la primera vez, que muchas irán conectadas a personas. Que hay recuerdos en papel que nos pondrán los pelos de punta una y otra vez, que hay personas que siempre llevaremos en el corazón, algunas permanecerán, otras ya se habrán ido.

Lo bonito que es seguir creciendo y aprendiendo, seguir conociendo algo nuevo de uno mismo cada día y no dejar de sorprenderse nunca; que nunca es tarde para perseguir los sueños y a veces un poco más tarde que temprano, pero aparecen. Reflexionar sobre la vida, lo rápido que todo puede acabar y los problemas que a veces nos creamos sin motivo. Y la confianza, lo tan difícil de conseguir y lo fácil que se puede perder. Que una vez perdida es muy dificil de recuperar, pero qué bonito es cuando esto se consigue.

Lo bonito de saber pedir perdón y al mismo tiempo perdonar. Que pedir perdón es más que pronunciar 6 letras, conlleva más carga emocional e implica la humildad suficiente como para aceptar que nos hemos equivocado y la valentía necesaria para actuar en consecuencia, aun desconociendo si la otra persona estará dispuesta a perdonar. Saber perdonar, pero perdonar de verdad, no siempre es fácil, a veces es un quiero y no puedo

Perdonar va más allá de olvidar, de aceptar sin más, de fingir. Perdonar no implica ser tonto, ni bueno, ni confiado. Perdonar supone recordar, ser conscientes de que algo que ha pasado nos ha dolido, pero ha quedado en el pasado. Perdonar significa que todos cometemos errores y no por ello debemos condenar. Perdonar implica crecer, aprender y ser capaz de valorar lo que de verdad importa.
Perdonar es volver al pasado y salir ileso.

martes, 18 de agosto de 2015

Marcas

Cicatrices

Todos tenemos marcas, huellas, restos de una vida o parte de ella pasada, reciente o lejana.

Las cicatrices forman parte de uno, de su historia y por ello son de gran importancia. Todas ellas forman pedazos de uno mismo, de su esencia, de penas y alegrías, de triunfos y derrotas, de sabores dulces y amargos, de la vida.

Algunas no las vemos ni somos conscientes de tenerlas, otras se han ido, otras han sido muy difíciles de curar y otras las llevaremos para siempre. Hay cicatrices que ninguno quisiéramos tener y lo único que podemos hacer es seguir caminando mientras intentamos no hacérnoslas de nuevo.


lunes, 3 de agosto de 2015

Las cosas que nunca te dije

A veces las palabras llegan tarde, a veces a tiempo, a veces nunca llegan. Yo como siempre a destiempo.

Perdón por haber dudado en ocasiones de ti o por confiar a marchas forzadas, al final siempre me has demostrado lo equivocada que estaba. Nunca te he dicho que admiro tus ganas, tu fuerza, tu garra, tu valentía. Perdón por exigir más de lo que podías dar, por enfadarme si no estabas a la altura, por no comprender que a veces no se puede. Perdona por no quererte a veces tal y como merecías, por no valorar tus esfuerzos o por considerar que no merecías lo que tenías. Perdón por las mentiras, los engaños, las decepciones.

Nunca te he contado que me encantan tus ideas, las que llegan de imprevisto, de repente, las que te dan un toque de locura y en cierto modo te definen.  Que me encanta cuando te ríes de tu mala suerte, de tus derrotas y de ti, y que tu sonrisa es el arma más poderosa que puedes utilizar. Que nunca debes quedarte si no es para estar, que mente y cuerpo se deben siempre equilibrar. Que duele más la soledad en compañía que una soledad indefinidida. Que consigues ser luz en medio de tanta oscuridad.

Ten en cuenta que la calidad de las relaciones se mide en los malos momentos, en aquellos en los que ni tu mismo estabas y sin embargo se quedaron a tu lado, que en los buenos es muy fácil estar. Recuerda que mereces lo mismo que das y que si alguien no se quiere quedar en tu vida no debes retenerlo, nunca. Además, piensa que el orgullo y la lucha deben olvidarse cuando es una persona importante la que está al otro lado.

Que con frecuencia nos cuesta entendernos a nosotros mismos pero a veces nos aventuramos demasiado valientes a descifrar y juzgar el sentimiento ajeno. Sin embargo, no podemos tener ningún tipo de certeza de lo que otros sienten sin haberlo preguntado.

Estas son las cosas que nunca te dije, que quizá debí haber dicho, mucho antes ..
A ti,
mi yo del pasado-.

lunes, 29 de junio de 2015

Mereces un amor ..

Mereces un amor que te quiera despeinada,
con todo y las razones que te levantan de prisa,
con todo y los demonios que no te dejan dormir.

Mereces un amor que te haga sentir segura,
que pueda comerse al mundo si camina de tu mano,
que sienta que tus abrazos van perfectos con su piel.

Mereces un amor que quiera bailar contigo,
que visite el paraíso cada que mira tus ojos,
y que no se aburra nunca de leer tus expresiones.

Mereces un amor que te escuche cuando cantas,
que te apoye en tus ridículos, que respete que eres libre,
que te acompañe en tu vuelo, que no le asuste caer.

Mereces un amor que se lleve las mentiras,
que te traiga la ilusión, el café y la poesía.

Frida kahlo

miércoles, 17 de junio de 2015

¿Qué hago con las emociones negativas?

 Dicen que las desgracias nunca viene sólas y a veces pasa, parece que la vida se ha puesto de acuerdo para asestar golpe tras golpe sin derecho a tregua ni descanso y tú, que no dejas de preguntarte cuándo parará o qué has hecho mal. 

Bueno, lo cierto es que la vida no es justa, la vida ES y las cosas pasan, sin más. Algunos creen en razones ocultas, destino o la actuación del Karma, en que todo se compensa tarde o temprano .. yo no pretendo entrar en cuestiones de este tipo pero lo que creo es que las cosas suceden sin que tenga que existir una explicación divina para ello, pienso que cada uno tiene la capacidad para sacar lo positivo de lo negativo, lo bueno de lo malo, entender que todo pasa y así, generar una energía que consigue que las cosas mejoren y nosotros con ellas, porque hemos empezado a ver el mundo con otros ojos.

A todos nos ha pasado en mayor o menor medida, te encuentras en una etapa en la que parece que las cosas malas y negativas se han puesto de acuerdo para saludarte y cuando esto ocurre existen dos alternativas: lamentarnos por todo lo malo e injusto que nos está pasando o tirar hacia delante, mirar hacia arriba, levantarnos y seguir caminando. Cierto es que cuando lo malo llega, lo único que nos apetece es cerrar fuerte los ojos y que al abrirlos todo haya desaparecido, sin más, sin sufrimiento, dolor ni quebraderos de cabeza. La apatía aparece y las emociones negativas nos ahogan invitándonos a quedarnos quietos, inmóviles. Sin embargo, reaccionas cuando compruebas que la vida sigue, que nada ni nadie es imprescindible y que por mucho que duela, el mundo no se detendrá para comprobar cómo estás ni darte tiempo a reaccionar. 

Cuando pasamos por una mala época es normal sentirnos tristes, vacíos, llorar o no, eso va en cada uno, y es totalmente necesario pasar por todo ello aunque duela. Muchas personas tratan de evitarlo solo por evitar esa sensación, pues lógicamente no es agradable sentirnos mal, pero eso es mucho peor: los problemas no desaparecen ni se hacen más pequeños por no hablar ni permitirnos pensar en ellos.Es necesario sentir el dolor en cada poro de la piel sin tratar de frenarlo, cosa que no todo el mundo consigue, es importante permitirnos sentir lo negativo, pues enseña y ayuda y no debemos tener prisa ni forzar las cosas. Así, debemos entender que emoción y conducta son dos cosas separadas y a pesar de que las cosas resulten muy difíciles, debemos movernos, no quedarnos quietos y seguir, siempre.

Algunos creen que la tristeza denota debilidad y el sentirla más de un día o durante un periodo de tiempo es cosa de débiles. Sin embargo, la tristeza es señal de inteligencia, es adaptativa, enseña y nos recuerda que estamos vivos, que hay cosas que nos duelen y si nos duelen es porque han sido importantes en algún momento.

Así, cuando sientas que no puedes más detente un segundo, respira profundo y recuerda que tarde o temprano las cosas mejorarán y que cada día superado es un pequeño o gran triunfo que te acerca al objetivo final.

jueves, 11 de junio de 2015

Las cosas que no creo



No creo en las verdades a medias ni en mentiras piadosas, pequeñas o grandes, una mentira siempre será una falta de respeto. No creo en las personas que sólo te venden palabras bonitas, generalmente esconden segundas intenciones. No creo el dicho de que "las personas no cambian", pues esto estaría negando el principio básico de la vida, el continuo cambio; si pienso que la esencia se mantiene pero las experiencias y la vida nos transforman. No me gusta la gente que prejuzga sin conocer o se basa en las apariencias, esto me ha llevado a equivocarme muchas veces. No creo en la gente que continuamente vende felicidad, técnicamente es imposible estar feliz las 24h del día.

No creo que todo tenga un fin, pienso que hay cosas que siempre permanecen aunque sea de otra forma. No creo que las cosas sean blancas o negras ni creo en las etiquetas, pienso que hay muchos matices y no pasa nada si no encajamos en lo que se espera de nosotros. Me confunden las personas que no actúan acorde a sus palabras. No me gusta hacer daño a nadie y muchas veces eso ha conseguido que piense antes en los demás que en mi misma, generando al final un problema mayor. No soporto a la gente que trata de pisar a los demás y trata a toda costa de quedar siempre por encima. No creo en las palabras, creo en los hechos. He creido muchas veces que no podría y al final lo he conseguido.

No me gusta que no me dejen expresarme cuando siento que tengo que hacerlo y no entiendo a las personas que tratan de imponer conductas, sentimientos o actuaciones como si ellos entendieran realmente cómo te sientes. No creo en el rencor pero si en la importancia de la memoria. Me enfado sin motivos y paso por alto cosas que quizá si son motivo de enfado, perdonando cosas que parecían imperdonables. Cambio de opinión 15 veces al día y muchas veces me agobio tanto hasta el punto de bloquearme y no saber qué hacer. Puedo pasar del llanto a la risa en cuestión de segundos y me cuesta mucho decidir. Tengo mucha capacidad para ponerme en la piel de los demás y es por eso que he aprendido a no juzgar sin entender ni saber lo que hay detrás de cada historia.

Me emociono con facilidad, da igual el motivo. No se fingir, mi cara me delata en la mayor parte de ocasiones. Soy muy de corazonadas o de seguir mi intuición, y no suelo equivocarme. Me cuesta abrirme a las personas y por ello muy poca gente me conoce de verdad. He querido con todas mis fuerzas y he hecho tonterías por amor, pero no podría ser de otro modo. He dicho “yo nunca” y al final he tenido que tragarme mis palabras. He echado de menos y me he sentido incapaz de decir “te quiero” aun cuando lo sentía. Cuando algo me preocupa no soy capaz de sacarlo de mi cabeza y cuando esto ocurre, le doy mil vueltas hasta que consigo entenderlo, aunque a veces no lo consiga y deba parar por puro agotamiento. He escuchado canciones que me han transportado a momentos, personas, sentimientos y finalmente, he tenido que pulsar el Stop.

He sentido ganas enormes de hablar sobre algo y no he sabido expresarme en voz alta o he dicho lo contrario de lo que pretendía. Muchas veces peco de ingenuidad, creyendo en las buenas intenciones y en la sinceridad de la gente, pero pienso que es mejor eso a desconfiar de todo el mundo. He cometido errores y me he arrepentido de cosas justo al segundo de hacerlas, pero al final lo mejor siempre es actuar y moverse cuando algo interno te lo pide. He permitido que el orgullo me haya guiado en diversas situaciones mientras que en otras no he querido pensar en el. Me han decepcionado personas que pensé que nunca lo harían y seguramente yo haya decepcionado a muchas otras. Me he reído tanto que pensé que no necesitaría mucho más para ser feliz. Me encanta pasar tardes sola, conmigo misma y mis pensamientos y me encantan los cafés inesperados.

No me gusta que me presionen para hacer lo supuestamente correcto cuándo no lo siento así. No creo en las pautas marcadas como válidas y únicas por la sociedad, creo que cada uno es libre para elegir el modo en el que quiere vivir aun cuando se aleje de lo políticamente correcto, las ideas de la mayoría o de lo que unos cuantos consideren oportuno. Me gusta la fuerza de la minoría e ir en contra de lo que muchos aceptan por pura presión popular.


Y después de todo, no me creo cuando tratan de venderte que las cosas solo tienen un camino, una verdad o una forma. Cada uno tiene su propia percepción y vivencia y sólo porque no se acerque a la tuya no quiere decir que sea errónea. 
La verdadera riqueza está en ello precisamente, en aprender a entender, a comprender y a no dejar nunca de creer. Y aquí, una de esas canciones que me ayudan a retroceder en el tiempo y siempre, siempre feliz.
https://www.youtube.com/watch?v=GO6UXeqqUIY

miércoles, 6 de mayo de 2015

6 de mayo ..


Personas como océanos profundos y tranquilos en los que deseas perderte. Llevan en su 
sonrisa un huracán de emociones que inevitablemente te contagian. Son escenarios en los que nunca sabes que improvisada obra verás ante tus ojos al subir el telón. Son seres especiales hechos de magia por dentro y alegrías por fuera, personas que traen nada en sus bolsillos y todo en su corazón y te lo ofrecen a ti. 
Sientes que los conoces de siempre, de toda una vida, o más allá de estas y parece que siempre las has estado esperando. Cuando las sientas cerca, dejas que todo ocurra sin preguntar cómo ni porqué están aquí y dejan para siempre en ti huellas grabadas en tu memoria y un gran amor.

No sé dónde buscarte ahora, nunca lo hemos hablado ni hemos ideado un plan. Se me ha ocurrido un "punto de encuentro" de esos que hay en algunos lugares donde hay mucha gente que se puede perder. Ahora sólo hay qué pensar dónde y aunque creo que tenemos muchos para elegir, el que más me gusta está sobre mi cabeza. Siempre hay una estrella que brilla más que el resto, y me da igual su nombre porque quien la enciende eres tú.
Sólo llega al corazón lo que sale del corazón y me lo has puesto fácil: te quiero y te voy a querer siempre.

Feliz cumpleaños abuelo